En una jornada histórica para la gestión de infraestructuras hidráulicas en Murcia, el Pleno del Ayuntamiento ha decidido, por unanimidad, instar al Gobierno nacional a ejecutar una serie de obras cruciales que han sido incluidas en el Plan Hidrológico Nacional y que se consideran prioritarias para el avance y la seguridad del municipio. Esta medida se traduce en la necesidad de incluir una partida específica en los Presupuestos Generales del Estado de 2025 para proyectos emblemáticos como el Colector Norte y las presas en las ramblas del Puerto de la Cadena, Garruchal y Tabala.

Cabe destacar que esta no es la primera vez que se demandan acciones de este tipo. En septiembre, se aprobó una moción que solicitaba a la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) coordinarse con el Ayuntamiento para establecer una Comisión técnica mixta destinada a la prevención y gestión de inundaciones. Según fuentes del Consistorio, “Murcia no puede esperar más”, lo que subraya la urgencia de esta situación ante el aumento de fenómenos climáticos adversos.

Entre las propuestas aprobadas en ambas mociones se encuentra la petición a la CHS para que se encargue de la conservación y mantenimiento de los cauces en el municipio, específicamente en la eliminación de cañas y especies invasoras. Esto es fundamental para cumplir con las obligaciones establecidas en la legislación de aguas. El Ayuntamiento también recordó la necesidad de realizar la limpieza ordinaria de los cauces públicos en áreas urbanas, una responsabilidad que recae directamente en su administración.

El Ayuntamiento ha puesto de relieve que, a pesar de que el Colector Norte fue declarado de interés general y contaba con presupuesto y Declaración de Impacto Ambiental, la falta de acciones concretas ha sido notoria, dado que se han estado reclamando estas obras durante más de 20 años sin que se haya iniciado su ejecución.

Las fuentes municipales enfatizan que el Colector Norte representa una infraestructura esencial para Murcia, un tema que sobrepasa cualquier división política. En este contexto, la colaboración interadministrativa se convierte en un elemento clave para abordar situaciones de esta magnitud, sin que esto implique una disminución en la exigencia de las medidas a tomar.

Históricamente, la última gran intervención significativa en la región ocurrió tras las intensas lluvias de 1987, cuando se implementó un Plan de Defensa contra Avenidas del río Segura. Después de ejecutar 23 acciones basadas en estudios previos desde 1977, el ciclo de obras finalizó en 2001. Desde entonces, Murcia lleva casi 25 años sin realizar obras de gran envergadura, lo cual resulta preocupante dadas las condiciones climáticas actuales.

En el contexto actual, donde se presentan episodios de sequía y lluvias intensas de forma cada vez más frecuente, es vital desarrollar medidas de adaptación que fortalezcan nuestra resiliencia frente a estos eventos. La implementación de soluciones basadas en la naturaleza (SBN) y sistemas urbanos de drenaje sostenible (SUDS) se torna esencial, complementando la red de drenaje tradicional que sigue siendo indispensable para la seguridad del municipio.

Por estas razones, el Ayuntamiento ha resaltado que es fundamental llevar a cabo la construcción del Colector Norte, así como las presas en las mencionadas ramblas, siendo estas obras reconocidas como prioritarias en el Plan Hidrológico Nacional, un reclamo unánime de todos los grupos municipales.

Adicionalmente, se ha señalado que la CHS debe cumplir con su deber de conservar y mantener los cauces, dado que los sedimentos acumulados causan taponamientos que incrementan el riesgo de inundaciones. Este problema llegó a tal punto en 2019 que se generó una situación de peligro de colapso para el puente de la FICA, lo que refuerza la urgencia de tomar medidas adecuadas y efectivas para garantizar la seguridad de los ciudadanos murcianos.