El Bando de la Huerta es una celebración que se lleva a cabo todos los años en Murcia el martes siguiente al Bando de la Región. Esta tradición es una de las más importantes de la ciudad y está estrechamente ligada con las costumbres y el folclore de Murcia.
El Bando de la Huerta tiene sus orígenes en el siglo XVIII, cuando los campesinos de Murcia salían a la ciudad para vender sus productos en el mercado. En aquellos tiempos, el martes era el día del mercado y los campesinos aprovechaban para hacer sus negocios en la ciudad.
El Bando de la Huerta comienza con la llegada de la comitiva presidencial al Ayuntamiento de Murcia, donde se declaran oficialmente las fiestas de la primavera. A continuación, se realiza una procesión por las calles de la ciudad en la que se exhiben carros alegóricos con motivos huertanos y se visten tanto los participantes como los espectadores con trajes típicos de la huerta murciana.
La vestimenta en el Bando de la Huerta es una de las señas de identidad de esta festividad. Los hombres visten al estilo murciano con pantalón blanco, fajín de seda y chaqueta corta en tonos claros. Las mujeres, por su parte, lucen vestidos de tela a rayas, recogidos y decorados con flores. En ambos casos, el sombrero de esparto es un elemento que no puede faltar.
La gastronomía de la huerta es otra de las protagonistas en esta festividad, por lo que no es extraño encontrar puestos de comida en las principales plazas de Murcia durante esos días. Las migas y el arroz con conejo y caracoles son algunos de los platos más tradicionales de la región que se pueden degustar en el Bando de la Huerta. El vino de Jumilla, la cerveza Estrella de Levante y los licores artesanales también tienen un papel importante en esta festividad.
El Bando de la Huerta es una celebración que tiene su origen en el pasado agrícola de Murcia y que hoy en día es una de las manifestaciones culturales más importantes de la ciudad. Esta festividad es un ejemplo de la importancia que tienen las tradiciones y el folclore en la sociedad murciana y de la necesidad de preservarlas para mantener vivas nuestras raíces y nuestra historia.