La Guardia Civil de la Región de Murcia llevó a cabo la operación 'Embrujos', en la que se investigó a cuatro personas por engañar a una mujer de Mazarrón (Murcia) para invertir más de 20.000 euros en criptomonedas que fueron desviados a cuentas en el extranjero. La investigación fue realizada por los equipos Arroba, especializados en ciberdelincuencia.

La víctima denunció haber sido estafada después de visitar anuncios online de inversiones en criptomonedas. Supuestos agentes económicos contactaron con ella y le recomendaron hacer una pequeña inversión. Lograron ganarse su confianza y la víctima invirtió una cierta cantidad de dinero en criptomonedas.

Después de un tiempo sin recibir noticias sobre su inversión, los estafadores volvieron a contactarla haciéndose pasar por un trabajador arrepentido, una entidad bancaria o un despacho de abogados internacional que le prometieron recuperar su dinero. Para conseguir más dinero, le informaron que debía pagar tasas para poder recuperar lo invertido. Finalmente, lograron obtener 24.000 euros.

Los estafadores enviaron contratos falsos a la víctima para dar apariencia de legalidad a las operaciones financieras. De esta forma, consiguieron que la víctima no sospechara que su dinero estaba siendo desviado a cuentas bancarias en el extranjero.

Los investigadores de la Guardia Civil localizaron e investigaron a cuatro personas relacionadas con la estafa en las provincias de Huesca, Vizcaya, Madrid y Tenerife. Se les atribuye la presunta autoría de delito de estafa.

La operación 'Embrujos' todavía continúa abierta y las cuatro personas investigadas han sido puestas a disposición del juzgado de Instrucción de Totana (Murcia).

La Guardia Civil ha detectado un aumento de estafas relacionadas con inversiones en criptomonedas. Los ciberdelincuentes realizan campañas de publicidad en Internet y redes sociales para atraer a posibles víctimas.

La Benemérita advierte a los usuarios de comprobar si la Comisión Nacional del Mercado de Valores ha emitido advertencias sobre la empresa en la que están interesados, buscar opiniones en Internet, desconfiar de llamadas con prefijo internacional y sospechar si se solicita la instalación de programas de acceso remoto o se ofrecen rentabilidades muy altas a corto plazo.