En un destacado operativo liderado por la Guardia Civil, se ha desmantelado un grupo delictivo que operaba en la región de Cieza, Murcia. Este grupo, conformado por seis individuos, estaba involucrado en el cultivo ilegal de marihuana, la cual distribuían no solo en el núcleo urbano de Cieza, sino también en localidades circundantes, según revelaron fuentes oficiales de la Benemérita en un reciente comunicado.

La operación, bautizada como 'Gato azul', ha permitido desarticular un sofisticado invernadero tipo 'indoor' que había sido instalado en una vivienda usurpada. Este invernadero contaba con conexiones eléctricas y de agua potable de forma ilegal, lo que revela la complejidad y la clandestinidad en la que operaba el grupo.

Durante las indagaciones, los agentes de la Guardia Civil lograron incautar un total de 250 plantas de marihuana que se encontraban en la última fase de producción. Además, se requisaron todos los equipos necesarios para el funcionamiento del invernadero, incluyendo dispositivos de iluminación, calefacción, riego y ventilación que evidencian el nivel de inversión y planificación del grupo delictivo.

Los trabajos de investigación fueron iniciados por la unidad de Prevención de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil en septiembre pasado, tras detectarse una serie de cortes inusuales en el suministro eléctrico en un barrio de Cieza. Este hallazgo suscitó sospechas que condujeron a los agentes a investigar más a fondo la situación.

Los primeros pasos en el marco de esta investigación se centraron en identificar el origen de dichos cortes de luz. A través de un exhaustivo rastreo, los investigadores se fijaron en un inmueble perteneciente a una entidad bancaria, que parecía ser utilizado por diversas personas que portaban materiales típicos en cultivos de marihuana.

Los guardias civiles, tras establecer un riguroso dispositivo de vigilancia, detectaron un patrón de actividad inusual: varias personas accedían a la vivienda durante breves períodos. Este comportamiento levantó aún más las alertas y motivó la continuada observación del lugar.

Poco tiempo después, el equipo de investigación logró identificar a los individuos que frecuentaban la propiedad, confirmando que todos pertenecían a la misma familia, la cual ya había sido arrestada anteriormente por delitos relacionados con el cultivo de cannabis, lo que añadía un contexto más preocupante a la situación.

Con la recopilación de todas las pruebas necesarias y tras establecer la implicación del grupo delictivo, la Guardia Civil llevó a cabo el registro del inmueble usurpado. Durante dicha operación, se desmanteló el invernadero encontrado y se confiscaron las 250 plantas de marihuana en estado avanzado de cultivo, así como todos los equipos asociados a la actividad ilícita.

Finalmente, la operación concluyó con la detención de los seis miembros del grupo criminal, quienes ahora enfrentan graves acusaciones por delitos de tráfico y cultivo de drogas, defraudación del fluido eléctrico y usurpación de inmueble. Este caso destaca los esfuerzos continuos de las autoridades para combatir el narcotráfico y preservar la seguridad en las comunidades.