En una reciente operación llevada a cabo por la Guardia Civil en el Mar Menor, se han identificado varias embarcaciones que han sido abandonadas, lo que ha llevado a la propuesta de sanciones para sus propietarios por infringir la normativa marítima vigente.

Las intervenciones realizadas por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, enfocadas en la protección del entorno marino, han revelado la presencia de un velero de dos mástiles que se encontraba encallado frente a la playa de Punta Brava, además de tres embarcaciones hundidas localizadas en las cercanías del Club Náutico de Los Nietos.

Este tipo de abandono no solo es un acto irresponsable, sino que también infringe importantes normativas que tienen como objetivo salvaguardar tanto la navegación como la conservación del medio ambiente. Por ejemplo, se ha violado el Reglamento Internacional para Prevenir los Abordajes (RIPA), que exige que las embarcaciones mantengan sistemas de señalización y balizamiento operativos, esenciales para facilitar una navegación segura y evitar colisiones en el agua.

Asimismo, la Ley 14/2014 de Navegación Marítima estipula que es responsabilidad de los propietarios de embarcaciones hundidas realizar las labores de señalización y tomar medidas para prevenir la contaminación. Este marco legal es fundamental para garantizar que se tomen las acciones necesarias en caso de que una embarcación se encuentre fuera de control.

El Convenio Internacional para prevenir la contaminación por los buques (MARPOL) también es relevante en este contexto. Este acuerdo prohíbe el vertido de hidrocarburos en el mar, una medida que, aunque está más dirigido a buques de mayor tamaño, se aplica igualmente a embarcaciones recreativas. Así, el abandono de estas embarcaciones puede resultar en el riesgo de vertidos y contaminación ambiental.

La Guardia Civil advierte que las embarcaciones que quedan sin supervisión son un peligro tanto para otros navegantes como para los bañistas, además de generar riesgos de contaminantes al mar. Este tipo de situaciones se agravan durante la temporada alta de actividades acuáticas.

Con la llegada del verano, la Guardia Civil intensificará sus esfuerzos de vigilancia en las costas de la Región de Murcia con el fin de proteger los ecosistemas locales, prevenir actividades de pesca ilegal y asegurar la seguridad de los bañistas y de aquellos que participan en actividades recreativas o laborales en el mar.