Esta semana ha dado inicio el proceso de descontaminación de los túneles submarinos de El Espalmador, un proyecto promovido por la Armada Española y ejecutado por la empresa pública Tragsa. El almirante del Arsenal, Alejandro Cuerda, comunicó esta noticia a la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, resaltando la importancia de esta acción para la comunidad local. Estos túneles, propiedad del Ministerio de Defensa, se integran en el traspaso de terrenos al Ayuntamiento, incluyendo áreas del monte de Galeras.

Antes de que se formalizara el traspaso, la Armada ha estado trabajando en una limpieza exhaustiva que se extenderá hasta finales de noviembre. El objetivo es eliminar los focos de contaminación identificados y así asegurar un entorno saludable para la población y el ecosistema circundante.

Esta iniciativa forma parte de un plan más amplio del Ministerio de Defensa que busca abordar la contaminación en sus instalaciones militares, con un enfoque en la rehabilitación de suelos afectados.

Investigaciones previas sobre los suelos y aguas subterráneas de la zona han revelado niveles de metales pesados y hidrocarburos que superan los límites establecidos, lo que subraya la urgencia de estas labores de descontaminación.

Los túneles de El Espalmador, que habían estado inactivos por décadas, fueron transferidos recientemente al Ayuntamiento como parte de un acuerdo de cesión firmado en junio por la alcaldesa y el general de brigada Sebastián Marcos Morata, quien dirige el Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa (Invied).

El Ayuntamiento tiene planes ambiciosos para estos túneles, proyectando la creación de un museo subterráneo que rinda homenaje al patrimonio naval, aprovechando la singularidad de su estructura. El submarino S-62 'Tonina', que ostenta el título de ser el más antiguo de la Armada Española, será la pieza central de este museo, con la esperanza de que se convierta en un destino turístico y cultural destacado a nivel europeo.