La Comunidad impulsa la accesibilidad en refugios para víctimas de violencia de género con discapacidades.
La red regional de protección para mujeres en situaciones de violencia de género ha dado un paso significativo con la mejora de sus instalaciones, que ahora cuentan con 15 viviendas de corta y media estancia. Este esfuerzo busca no solo adaptar los espacios a las necesidades de las usuarias, sino que también se enfoca en aumentar la eficiencia energética y la accesibilidad de las propiedades.
Según fuentes de la Comunidad, el propósito de esta iniciativa es ofrecer una atención integral a las víctimas con movilidad reducida, garantizando que reciban el mismo nivel de protección y apoyo que el resto de las usuarias. A través de una nota de prensa, se subrayó la importancia de crear entornos seguros y accesibles para todas.
La consejera de Política Social, Familias e Igualdad, Conchita Ruiz, realizó una visita reciente a uno de los alojamientos renovados, evidenciando su compromiso con la causa. Estas reformas incluyeron la ampliación de espacios, la instalación de un ascensor y la eliminación de barreras arquitectónicas, todo con el objetivo de facilitar el acceso y la comodidad de las mujeres acogidas.
Ruiz enfatizó el compromiso de la Comunidad en la lucha contra la violencia de género y la mejora de la atención a las víctimas, ajustando las viviendas a sus necesidades específicas. “Es vital garantizar que todas las mujeres que busquen apoyo y protección reciban una atención integral adecuada”, declaró.
Las mejoras no solo abarcan la infraestructura, sino que también se han incluido sistemas de climatización y nuevo mobiliario, además de equipamiento para niños. Actualmente, este hogar acoge a tres mujeres, una de las cuales tiene a su cargo a un menor.
Aparte de este recurso enfocado en la accesibilidad, la Región también dispone de un alojamiento especializado para aquellas que enfrentan problemas de salud mental como consecuencia de la violencia. “El objetivo es que todas las mujeres, sin excepción, encuentren el soporte necesario para comenzar un nuevo capítulo en sus vidas”, explicó Ruiz.
Un total de 15 viviendas están operativas en la Región, brindando casi un centenar de plazas para la atención de víctimas y sus hijos, ofreciendo apoyo psicológico, jurídico y social. La consejera destacó la importancia de proporcionar un entorno seguro y las herramientas necesarias para que estas mujeres puedan crear un proyecto de vida alejado de sus agresores.
Las residentes en estos alojamientos no solo tienen un lugar donde quedarse, sino que también reciben formación y apoyo continuo para facilitar su reintegración sociolaboral. Estos esfuerzos buscan promover su autonomía en el camino hacia la superación de situaciones de vulnerabilidad. La inversión en mejorar estas casas de acogida ha superado los 174.000 euros.
En el ámbito del apoyo a víctimas, la Política Social reportó que durante julio y agosto se atendieron a 3.003 mujeres en los Centros de Atención a Víctimas de Violencia de Género de la Región (CAVI). Esta cifra representa una reducción de 246 mujeres en comparación con el mismo periodo del año anterior.
De las mujeres asistidas, 395 eran por primera vez usuarias de este recurso y 21 eran menores de edad. En total, desde el comienzo del año, se ha brindado apoyo a 5.525 mujeres, lo que indica una disminución del 5 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior.
El verano concluyó con 25 mujeres alojadas en las casas de acogida, junto con la atención a 18 menores, reflejando la continua necesidad de recursos especializados y el compromiso de la comunidad para asistir a las víctimas de violencia de género.
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