Este 14 de agosto, la ciudad de Murcia está dando un paso significativo hacia la sostenibilidad y la recuperación del medio ambiente con su proyecto 'Murcia Río', que busca revitalizar las riberas del río Segura. Entre las principales acciones se encuentra la restauración de un meandro en las localidades de El Raal y Beniel, una noticia que trae esperanza para la conservación y el disfrute de estos espacios naturales.
En una reciente visita a la zona, el concejal de Planificación Urbanística, Huerta y Medio Ambiente, Antonio Navarro; la alcaldesa de Beniel, Carmen Morales; y Salvador Navarro, presidente de la Asociación de Naturalistas del Sureste (Anse), han destacado la importancia de esta colaboración intermunicipal. Juntos han visto los resultados de un esfuerzo que ha permitido recuperar más de 800 metros de orillas del río en los últimos años.
El trabajo en conjunto entre los ayuntamientos de Murcia y Beniel, junto con Anse, ha sido clave para mejorar el entorno ribereño. Este año, se suman otros 300 metros a la recuperación, lo que refleja un compromiso auténtico con la preservación ambiental y la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos.
Antonio Navarro remarcó que las intervenciones han fomentado un uso más activo de estas áreas por parte de la comunidad, al mismo tiempo que han aumentado los valores ambientales del río. Este progreso es vital, en un momento en que la conciencia ambiental se vuelve más urgente.
Este año, las labores de restauración presentan avances notables al incorporar la solarización en un tramo de 250 metros. Esta técnica, que consiste en cubrir las áreas afectadas con plástico negro reutilizable durante la primavera, resulta mucho más eficiente en el control de la caña asiática, evitando el uso de herbicidas tóxicos.
Con el objetivo de restaurar el ecosistema ribereño, se espera retirar el plástico tras el verano. En los lugares despojados de caña, se plantarán árboles autóctonos como el álamo, el taray y el baladre, promoviendo así la creación de un nuevo bosque que fomente la biodiversidad y enriquezca el entorno natural.
Los esfuerzos de restauración no son aislados; se suman a planes anteriores de custodia del territorio que han potenciado la biodiversidad del río Segura. Desde 2018, se han plantado más de 4.000 ejemplares a lo largo de 800 metros de orillas, una cifra que subraya el legado de compromiso y cuidado hacia el medio ambiente en la región.
Además, el concejal subrayó que la restauración de los bosques ribereños no solo trae consigo beneficios ecológicos, como la reducción de gases de efecto invernadero, sino que también enriquece el entorno social para los vecinos, permitiéndoles aprovechar más plenamente las riberas del río. Estos esfuerzos son una clara señal de que el camino hacia un futuro más sostenible y vivible está en marcha.
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