Murcia, 31 de octubre. Los productos estrella de los pasteleros artesanales para el Día de Todos los Santos son los buñuelos y los huesos de santo, aunque la gente más joven tiende a preferir Halloween y la calabaza de mazapán se ha convertido en un clásico. Según el portavoz de la Asociación Regional de Empresarios de Pastelería de Murcia (Arepa) y gerente de Confitería Maite, Juan Carlos Hernández, es importante mantener la tradición cultural y distinguir entre comprar en la calle o en grandes superficies. "El pastelero siempre apuesta por la tradición y la cultura de la artesanía en la pastelería, es parte de la cultura de Murcia que debemos preservar", comentó.

La Asociación Regional de Empresarios de Pastelería de Murcia espera con entusiasmo la festividad de Todos los Santos, ya que marca el comienzo de la temporada de invierno y es una fecha crucial para los pasteleros artesanos de la Región. Hernández explicó que los artesanos tienen una estrecha relación con los clientes y están en constante adaptación a sus demandas. Los huesos de santo y los buñuelos rellenos de nata, crema o trufa son los productos más tradicionales y de mayor calidad, mientras que Halloween se ha vuelto cada vez más importante para la gente joven, afirmó.

Los pasteleros artesanales están preparados para atender tanto a los clientes que valoran las tradiciones como a los que buscan novedades relacionadas con Halloween. La pastelería artesanal en Murcia tiene una larga tradición y es reconocida a nivel nacional, subrayó Hernández. El pastelero es un artesano y un artista que combina la tradición transmitida de generación en generación con la parte creativa e investigadora, lo que los distingue de las pastelerías convencionales, añadió.

En esta época del año, muchos clientes prefieren productos típicos como los huesos de santo, el mazapán o los buñuelos de viento. Sin embargo, incluso en los productos más tradicionales siempre hay espacio para la innovación. Hernández mencionó que se introducen nuevos rellenos para los buñuelos, como nata, crema o chocolate, y para los huesos de santo, además del tradicional de yema, se ofrecen variantes con trufa, chocolate belga, fresas y sabores afrutados.

En cuanto a la innovación, el mazapán se ha aplicado a figuras de Halloween, como calabazas de chocolate, piruletas con motivos de Halloween, y las pequeñas figuras de chocolate personalizadas por encargo son muy populares. Aunque la tradición se impone en la venta, las confiterías tradicionales también elaboran productos para satisfacer el apetito de los clientes más aficionados a Halloween, como pequeñas calabazas o productos de chocolate con formas típicas de la festividad, como esqueletos, brujas o fantasmas animados.