En un giro inesperado de la polémica política regional, el Partido Popular de Murcia ha arremetido contra el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, por lo que consideran un uso inapropiado de su reciente visita a las obras del AVE que conectará Murcia y Almería. Según el partido, Puente debería haber abordado las acusaciones de sobornos en los contratos de este proyecto crucial, un tema que ha generado controversia durante meses.

El senador del PP, José Ramón Díez de Revenga, puso el dedo en la llaga al referirse a un informe de la UCO que sugiere la existencia de comisiones ilegales en la adjudicación de estos contratos, que fueron gestionados anteriormente por su colega de partido, José Luis Ábalos. Para Díez de Revenga, es vital que el ministro ofrezca respuestas concretas a la ciudadanía sobre estas preocupantes alegaciones.

El senador subrayó la importancia del proyecto ferroviario no solo para la infraestructura de la región, sino también para su crecimiento económico y social. Sin embargo, ha expresado su preocupación por cómo estas sospechas de corrupción están ensombreciendo lo que debería ser una celebración de progreso, instando al Gobierno central a tomar acción y esclarecer la situación.

Díez de Revenga no escatimó en críticas, afirmando que es inaceptable que las obras de alta velocidad permanezcan manchadas por insinuaciones de corrupción. Demandó una revisión exhaustiva de todos los contratos adjudicados y exigió que el Ministerio inicie de inmediato una investigación para aclarar las responsabilidades en este proceso. Según el senador, mientras los ciudadanos esperan ansiosos el AVE, parece que algunos se benefician de manera irregular de este proyecto vital.

Asimismo, el senador abordó el impacto que la inacción del Gobierno central ha tenido en la ejecución del proyecto, sugiriendo que los constantes retrasos están causando un daño significativo a la Región de Murcia. A su juicio, esta situación no solo obstaculiza el desarrollo económico, sino que también ha afectado la operativa de la línea de Cercanías, que podría haberse mantenido en funcionamiento durante las obras.

Finalmente, hizo un llamado a Puente para que abandone su enfoque de relaciones públicas y se centre en atender las necesidades de los viajeros, que continúan enfrentando inconvenientes en sus trayectos a causa de la mala gestión. Además, alertó sobre la posible pérdida de fondos europeos destinados a este tramo del AVE, un aspecto que debería ser prioritario para el Ministerio, dado el alegado mal uso de los recursos.