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"Salud instalará cámaras en centros sanitarios y podrá reubicar a pacientes agresivos"

En 2023 se produjeron 499 agresiones que afectaron a 587 trabajadores sanitarios, frente a las 492 de 2022.

MURCIA, 11 Mar. - La Consejería de Salud ha presentado este lunes el II Plan de Prevención y Atención frente a agresiones a profesionales sanitarios del Servicio Murciano de Salud (SMS) que incluye, entre otras cosas, la instalación de cámaras de seguridad en los espacios comunes de los centros sanitarios de la Región --tanto centros de salud como hospitales--, así como el establecimiento de un régimen sancionador en la futura Ley de Salud de la Región y la posibilidad de cambiar de consultorio o de designación en atención especializada a los agresores reincidentes.

Así lo ha hecho saber el consejero de Salud, Juan José Pedreño, en la rueda de prensa que ha ofrecido después de participar en la reunión que el jefe del Ejecutivo regional, Fernando López Miras, ha mantenido con el equipo técnico que ha coordinado la elaboración de este II Plan de Prevención y Atención. El encuentro se ha producido coincidiendo con la celebración, este martes, 12 de marzo, del Día Europeo contra las Agresiones a Médicos y Profesionales Sanitarios.

El plan, que se constituye como un documento abierto y en "permanente actualización", incorpora las iniciativas y mejoras que se han desarrollado desde el SMS en los últimos cinco años, así como otras demandadas por trabajadores y representantes sociales, con el fin de reducir las agresiones y minimizar sus consecuencias. Así, el texto establece protocolos de actuación en todos los centros y unidades.

La Comunidad también ha previsto la creación de un registro informático de agresiones a través de una web a la que tienen acceso todos los trabajadores, e incluye la posibilidad de cambio del centro sanitario de los agresores reincidentes dentro de la misma zona de salud. También se ha previsto el cambio de designación en atención especializada, mediante un procedimiento unificado para todo el SMS.

Pedreño ha explicado que este nuevo plan "se articula en torno al concepto de que una agresión a un profesional de la sanidad es una agresión a todo el sistema sanitario: no se trata de un hecho privado entre usuario y profesional, sino de un ataque a la institución, que debe responder en concordancia".

En la clasificación de agresiones se englobarán tanto las físicas como verbales, además de las que se produzcan a través de las redes sociales.

En 2023 se produjeron 499 agresiones que afectaron a 587 trabajadores sanitarios, frente a las 492 que se produjeron en el ejercicio anterior. "Vemos una estabilización y un cambio en la tendencia alcista de los últimos años", según Pedreño, quien ha apostado por ello por "insistir en medidas para evitar no solo que los casos no aumenten, sino para que haya una tolerancia cero".

El nuevo plan aborda la prevención de este tipo de situaciones desde distintos puntos de vista, que incluyen aspectos de formación e información a los propios trabajadores, pero también a la sociedad. Igualmente, se incluyen medidas de diseño del puesto y organizativas para mejorar la asistencia, e iniciativas de seguridad como la colocación de cámaras en espacios comunes, la presencia de vigilantes de seguridad en los centros hospitalarios y centros de salud, y el uso de botones 'antipánico'.

El consejero ha puntualizado que la cámara de seguridad ya está instalada en algunos centros, de forma que este II Plan contempla su uso en los espacios comunes de los centros sanitarios.

En lo que respecta al botón 'antipánico', Pedreño ha señalado que ya existe y está instalado en los ordenadores de los profesionales sanitarios. No obstante, ha explicado que el servicio de prevención de agresiones ha agilizado su uso poniendo un icono que el profesional puede activar de forma más rápida.

El plan recoge las actuaciones a desplegar tras una agresión a un profesional de la salud y la atención que recibirán los trabajadores agredidos (asistencia sanitaria, psicológica y asesoramiento jurídico), pero también las medidas que podrán llevarse a cabo con el agresor. Dichas medidas incluyen el envío de carta reprobatoria, el cambio de médico y enfermero y también el posible cambio de centro de asistencia si las agresiones son reiteradas.

Otra de las novedades de este II Plan es que, cuando tiene lugar una agresión, podrá denunciarla "cualquier persona del centro que conozca los hechos o que los haya presenciado". Incluso, podrá denunciarlo el responsable del centro que conozca los hechos, según Pedreño, quien ha adelantado que la Consejería está trabajando para que sea el propio SMS o la administración la que pueda llevar a cabo estas denuncias.

"Queremos dar un mensaje de apoyo a los sanitarios y que sientan el respaldo de la administración, porque entendemos que ninguna agresión tiene justificación", ha aseverado.

El plan cuenta como novedad con la inclusión en la futura Ley de Salud de la Región de la tipificación de las agresiones como infracciones administrativas y un cuadro de sanciones administrativas que se aplicarán tras la aprobación de la nueva normativa sanitaria, según Pedreño, quien ha recordado que la anterior Ley data de 1994.

En lo que respecta a este régimen sancionador, el consejero ha puntualizado que los técnicos están elaborando esta nueva Ley de Salud y, en el momento en el que se tramite y entre en vigor, se pondrán en marcha los regímenes recogidos en ella.

En cuanto a los plazos, Pedreño ha recordado que el texto tiene que pasar por los distintos agentes sociales para su revisión, así como por la Asamblea Regional para su tramitación y aprobación. "Sí que anticipo que recogerá una serie de sanciones administrativas con un régimen sancionador", según Pedreño, quien ha puntualizado que se podrán sancionar y tipificar "aquellas agresiones que no pueden contemplarse como delito y que quedan sin ningún tipo de responsabilidad".

El consejero ha destacado que "la prevención de las agresiones al personal sanitario es cosa de todos y nos afecta a todos, porque un episodio violento en un centro sanitario supone, en la mayoría de los casos, una disrupción de su normal funcionamiento, lo que provoca retrasos en la asistencia al resto de pacientes, a veces la suspensión de consultas, y en los casos más extremos, periodos de baja de los profesionales".

"El Gobierno regional siempre expresará su condena a las agresiones sufridas por los profesionales en los centros sanitarios y manifestará su apoyo a todos sus trabajadores", ha concluido Pedreño.